Cristóbal Ortega Maila:” El arte es aprendizaje, medicina, alegría, tristeza".

Es medio día y Cristóbal está esperando la hora para dirigirse hacia su taller de pintura, y mostrar el arte que crea con sus manos, donde comparte junto a los turistas, en el museo Templo del Sol, ubicado cerca de la Reserva Geobotánica Pululahua.

Cristóbal Ortega Maila es aquella persona que ha continuado con la tradición cultural de los pueblos indígenas, adorar a la tierra (pacha mama), al sol (Inti Raymi), al cielo, a la naturaleza como seres sagrados, eso lo refleja en la variedad de obras artísticas que ha realizado el reconocido artista de la dactilopintura.

Maila es un hombre que tiene la capacidad de pintar un cuadro en pocos minutos, con 56 años de edad, ha extendido su arte en el país y hacia diferentes partes del mundo. Oriundo de Collacoto, una comunidad ubicada al suroriente de Quito, es hijo de padres que tenían la raíz de los pueblos quitu-cara. Ha sido un hombre dedicado a realizar obras de lienzo y esculturas hechas a base de piedra rustica de los Andes. Su frase célebre “El arte es la expresión más íntima del ser”.

A la edad de 8 años, con ayuda de semillas de varios árboles, comienza su pasión por el arte “El campo fue el lugar donde empezó mi niñez de barro, manchas, garabatos; cuando veía las semillas de los árboles, las recogía y las disolvía en mis manos, veía varios colores y empezaba a ensuciar por todo lado”

Destaca mucho su comienzo en el arte, pero, hubo situaciones que llevaron a Ortega a salir de su casa, donde tiempo después se refugia en el Centro Histórico de Quito. Paso por tres meses deambulando por las calles capitalinas. Comenta que, por esos sectores que rondaba; al momento de quemar la madera, tomaba el carbón y recreaba lo que veía en el piso y todo lo que encontraba en las calles.

- “En una oportunidad, se acerca una señora y me pide que dibuje el retrato de una niña. Accedí y pinte a la niña sobre una cartulina blanca a base de carboncillo” - así vendió su primera obra que sería el inicio de su trabajo.-“Eso marco mi vida como artista”-, empezó a observar y relacionarse con varios artistas que estaban de paso por la ciudad de Quito y solían realizar dibujos en el Centro Histórico, ahí empezó a conocer lo que seria los materiales (pinturas, pinceles, lienzo, acrílicos, espátula, etc.) que en el campo no veía, empezando así a trabajar con ellos y las diferentes técnicas que aprendía.

Mientras pintaba en la calle, se dedicó a estudiar en el Centro de Extensión Cultural Universitaria (CECU) - “Estudié pintura de noche, durante tres años”- Su primer taller de pintura lo obtuvo a los 16 años de edad, frente a la Universidad Central del Ecuador (UCE) en Quito. Durante las fiestas que se efectuaban en cada ciudad del país, iba a exponer y vender sus obras.

En sus obras artísticas “Vivencias”, se puede evidenciar como vivía el artista en su niñez, rodeado de pobreza, violencia intrafamiliar; “Hacia la luz” una búsqueda de esperanza, donde se aprecia el sol, la luna y el deseo de las personas de llegar hacia ellos; “El reencuentro” recoge danzas, fiestas, tradiciones, costumbres de distintos lugares recorridos por el artista; “En peligro de extensión” hace referencia a las guerras, la  industrialización, destrucción de la naturaleza y la sociedad, parte de esta obra está inspirada en una visita que realizo al Museo del Holocausto de Berlín, Alemania.

A la edad de 19 años, Ortega recibe una invitación para viajar a Estados Unidos y exponer su arte. En ese momento, un señor que caminaba por la calle, compra varios cuadros, pero jamás imaginó que sería el dueño de la galería de Nueva York, ubicada en una de las Torres Gemelas, donde realizó su primera exposición internacional. Luego, ubicó su estudio de arte en Hollywood y recibió varias invitaciones de diferentes galerías para exponer sus obras. En un momento de su vida, decidió pintar 100 obras artísticas en una hora, donde le grabaron para el récord Guinness - “la gente me ha catalogado como el artista, el pintor más veloz del mundo"- Cabe destacar que este gran artista ha llevado el arte y la cultura ecuatoriana a ciertas partes del mundo, considerándose así uno de los grandes exponentes del arte y la plástica ecuatoriana.

En el museo de Ortega, se contempla sus colecciones no solo de pintura, sino también de esculturas. En su interior se escucha historias sobre el arte, la cultura andina y prehispánica “Como heredero legítimo de saberes artísticos ancestrales, hemos asumido de generación en generación la responsabilidad de seguir creando los sentimientos más internos y puros del ser, donde el ser no muere sino transciende a la vida eterna”- .Este museo construido por mi persona, es un museo prácticamente particular, donde yo con recursos que he traído de otro país, trabajando fuera del país, lo he invertido aquí, lo trabajamos porque fue un sueño donde puedo compartir, mi arte, mi cultura.”

He quedado impresionada de este gran personaje, como ha fomentado el arte, la cultura, siendo uno de los aspectos más importantes y destacados del artista; rescatando lo ancestral, de igual manera, fue muy agradable la entrevista ya que me dejo nuevos aprendizajes, transcender y cumplir lo que te propongas.

Escrito por: 
Judith Cuenca