Pablo Serrano es psicólogo clínico y por el momento trabaja en el Napo con el Ministerio de Salud, brindando a las personas de la localidad servicios psicológicos desde que inicio la pandemia. Estos últimos seis meses con su grupo de trabajo que consiste en enfermeros, médicos geriatras, trabajadores sociales y el área de psicología, se han centrado en atender a personas de la tercera edad ya que son personas vulnerables en todos los aspectos y que “fueron olvidadas” en el sentido psicológico ya que, aunque se sabe que fueron el número más alto de decesos, muy poco se habló de aquellas personas que se quedaron sin su esposa, o esposo, o sus hijos y nietos, o las que simplemente dejaron de tener contacto con otras personas.

Desde tu punto de vista de trabajo en estos meses, ¿cómo ha afectado a las personas de la tercera edad el confinamiento en su salud mental?

De distintas maneras. Hay personas que tienen un marco de depresión cada vez más creciente, la depresión en un anciano es distinta a la de una persona de mediana edad ya que, el Alzheimer o demencia senil empiezan a aparecer progresivamente. Hay personas que se quedaron sin su única compañía que era su pareja y ahí es donde más afectado se ve el paciente. Al igual, hay personas que de repente perdieron a sus hijos por el tema del COVID. Aquí en Napo, antes se acostumbraba a que las personas de la tercera edad salgan a caminar o que se encuentren en el parque central a conversar o jugar ajedrez, desde que comenzó la pandemia ese tipo de actividades se perdieron y por ende, se han alejado del contacto humano que es muy importante para todos, pero sobre todo cuando se trata de personas de la tercera edad que necesitan que su mente este ocupada constantemente.

¿Cómo evitar un constante deterioro mental de los abuelitos ya que no pueden tener visitas?

Es recomendable que los familiares los vayan a ver aunque sea alejado y claro que con medidas de seguridad ya que, muchos ancianitos experimentan una sensación de abandono cuando dejan de recibir visitas. Cuando hablamos de residencias o asilos el panorama puede mejorar ya que los abuelitos se encuentran acompañados con profesionales y con personas de su misma edad, pueden socializar y mantienen su mente ocupada con el plan de entretenimiento que mantiene cada residencia. Las personas que viven solas por otro lado, suelen tener malos hábitos tanto alimenticios como de higiene y su mente suele perder actividad. Existe una condición humana que todos tenemos que se llama flexibilidad cognitiva la cual, los ancianos suelen perder con el pasar del tiempo, esta flexibilidad es la que nos permite adaptarnos a distintas condiciones como el teletrabajo, en cambio, una persona que ha pasado sus últimos 10 o 20 años realizando las mismas actividades, le es casi imposible poder cambiar y tener dicha flexibilidad.

 Desde tu punto de vista y experiencia, ¿consideras que se le da más importancia a la salud física que a la mental?

 Considero que si y las dos son igual de importantes. Prevenir la diabetes es igual de importante que prevenir el Alzheimer o la demencia. La mayoría de abuelitos que nosotros visitamos y nos visitan tienen muy pocas complicaciones físicas ya que asisten al médico con regularidad pero no al psicólogo. Cuando hablamos con un anciano de cómo se siente, la mayoría de veces se les llena los ojos de lágrimas y nos dicen que les da vergüenza que les pase eso, como si hablar de lo que nos abruma fuera un tabú, y aún lo es para mucho de ellos. Es importante tomar en cuenta que miles de personas alrededor del mundo se suicidan por temas de ansiedad y depresión en cuestión de un año, no se diga en momentos tan difíciles para la humanidad como es una pandemia.

¿Alguna recomendación para las personas que viven con sus abuelos o padres, o aquellos que tengan alguno de estos viviendo en un asilo?

Es importante darles esa seguridad a nuestros abuelitos que todo va a estar bien, que pueden hablar con nosotros o un profesional en cualquier momento, es importante consultar a profesionales para saber cómo trabajar con cada uno. Cómo mantener su mente ocupada. Cada persona es un mundo. Hay personas que les hace liberar niveles de serotonina el tejer, dibujar o hacer poemas. Muchos de nuestros ancianos son muy talentosos y lo descubrieron hace poco tiempo, cuando nosotros les hemos puesto estas actividades para que su mente se mantenga ocupada. En el caso de que su familiar esté en un asilo, irlo a visitar, no dejarlo solo y hacerle saber que no ha sido abandonado y que su familia lo ama y se preocupa por él, estar pendientes de su atención por si se presenta en algún momento negligencia médica en cualquier aspecto.