Pese al esfuerzo de asociaciones internacionales que reciben dinero de países donantes y a la inversión del gobierno ecuatoriano, las condiciones de vida de muchos de estos extranjeros producto de la crisis del Covid es insostenible y ya más de 3.500 han regresado a su país.

Más de $100 millones se destinaron a brindar ayuda a los migrantes venezolanos desde enero hasta junio de este año. Sin embargo, para migrantes y un experto en el tema, la asistencia resulta insuficiente y poco efectiva para sostener a más de 360 mil personas de esa nacionalidad registradas oficialmente.

Parte de la ayuda proviene de las potencias económicas y también de recursos del presupuesto del Estado ecuatoriano. En lo que tiene que ver con las donaciones internacionales, de acuerdo a Financial Tracking Service, que monitorea estos rubros dentro del sistema de Naciones Unidas, desde el 1 de enero hasta el 26 de junio de 2020 el Ecuador recibió $36,5 millones en el marco del Plan de Respuesta de Refugiados y Migrantes de Venezuela 2020.

Las ONG y agencias internacionales son las que reciben el dinero y ejecutan proyectos de ayuda o la canalizan a través de asociaciones de migrantes en el país. Los mayores receptores de este dinero son el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Los programas de ayuda tienen que ver con la entrega de kits de alimentos, alojamiento, asistencia en la obtención de visas y, últimamente, hasta el pago de arriendos de personas en situación más crítica, aunque ello funcionará en principio solo por dos meses. María Clara Martín, representante de Acnur en Ecuador, asegura que desde que inició la emergencia por el Covid se realizó un levantamiento de información sobre albergues y las necesidades de estos y se realizaron donaciones.

De parte de las agencias y ONG también existen programas de inserción social, asesoría para emprender en negocios, apoyo sicológico, entre otros. “Nuestro objetivo final es encontrar soluciones que permitan a los refugiados reconstruir sus vidas. Encontrar soluciones que les permitan vivir con dignidad y paz”, concluye Martín.

Jefferson Díaz, periodista venezolano especializado en temas migratorios y radicado hace tres años en el Ecuador, considera que la ayuda de las organizaciones internacionales no logra cambios de fondo en las condiciones de vida de los migrantes y menos ahora que la situación por el Covid ha precarizado a muchos venezolanos. “Nos hemos enfocado en el asistencialismo y no en darle medios de vida al venezolano”. Y agrega: “Se deben buscar mecanismos a mediano y largo plazo para crear políticas públicas que incluyan a esa  población migrante dentro del aparato productivo del Ecuador”.

Las agencias reconocen que con el Covid no es posible asistir a todos los migrantes que ahora están en situación de vulnerabilidad. Como Jesús Plazas, quien por dos meses resultó beneficiado de los kits alimenticios de una de las asociaciones de migrantes en Quito. “La verdad es que sí me han ayudado mucho y estoy muy agradecido, pero luego de tres meses de no poder trabajar ni yo ni mi esposa ya no pudimos pagar el alquiler, y nos echaron del departamento. No sé qué hacer, quizá me toque devolverme a mi país”, señala. 

Por su parte, el gobierno ecuatoriano ha invertido $500 millones de su presupuesto en tres años en asistir al segundo grupo migratorio más numeroso del planeta, según afirmó el presidente Lenín Moreno, durante su discurso del 24 de mayo. Es decir, alrededor de $166 millones por año ($83 millones en lo que va de 2020).

El Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana envió a inicios de junio varias infografías en las que indica que la mayor parte de ese dinero se ha invertido en que, por ejemplo, 509.238 venezolanos se atiendan en el sistema de salud pública y que 43.072 niños y adolescentes hayan formado parte del sistema educativo público. Por otro lado, según el Ministerio de Gobierno, desde marzo hasta inicios de junio de 2020 se registra la salida por las fronteras o aeropuertos de 2.615 venezolanos, cifra que no contempla que un número importante de quienes abandonaron el país lo hace por pasos clandestinos. Las mayores asociones de migrantes registran, por su parte, que alrededor de 3.500 venezolanos han regresado a su país por la situación a raíz del Covid. “Y la gente se va a seguir regresando si no le ofrecen medios de vida a mediano y corto plazo”, concluye Díaz.