Todo cambio social afecta considerablemente a la educación. La sociedad que deseamos se preparará en la escuela que construyamos y se fundamentará en la educación que ofrezca la sociedad en la que vivimos.Si deseamos una sociedad basada en la desigualdad,esta será injusta, regresiva y con oportunidades mínimas solo para los sectores más beneficiados. Por otro lado, si deseamos una sociedad de igualdad, esta será justa, solidaria, cohesionada y absolutamente todas las personas, sin importar si los estudiantes viven en el campo o en la ciudad, o su nivel socioeconómico, tendrían las mismas oportunidades para formarse de una manera digna, logrando tener las herramientas necesarias para salir adelante y cumplir sus sueños. Desde épocas pasadas, la educación en lossectores rurales del Ecuador ha sido precaria, con el pasar de los años esta ha mejorado de manera mínima, ya que la infraestructura de las escuelas rurales siguen dando qué pensar, especialmente las que están situadas en los sectores más lejanos de la ciudad, ya que hasta la actualidad tienen pupitres de palitos por decir un ejemplo. Muchas veces los estudiantes se siguen quedando sin maestro por la lejanía en la que viven y no reciben una educación adecuada que llene todos los vacíos que han venido arrastrando.

Siempre escuchamos por parte de las autoridades que la educación de los niños y adolescentes es lo más importante y que trabajan por brindar una educación digna en todos los sectores del país, sin embargo, en la realidad, aún en el siglo XXI, existen niños que viven en sectores muy adentrados en el campo que no saben leer ni escribir, y los pocos que tienen la posibilidad de acceder hasta la escuela más “cercana” se dirigen a ella en duras condiciones, enfrentándose a muchos peligros en el camino.La educación rural enfrenta retos que tienen que asumirse. Por una parte hay una generación de jóvenes de las zonas rurales que no desean ser identificados como campesinos, estos consideran que deben tener oportunidades de estudio igual que los jóvenes que viven en la ciudad, es decir, una persona que vive en el campo también debe tener el derecho a soñar en poder ser médico, ingeniero, periodista, o administrador, con una educación que de verdad valga la pena, donde puedan formarse de una manera digna teniendo acceso a todos los recursos necesarios, ya que los niños y adolescentes que se forman hoy, son el futuro de nuestro país mañana.

En síntesis, el país urbano que desconoce al rural vive literalmente de él, pues depende de sus cosechas, de su agua, de su carne. Entre tantas cosas, fortalecer a la educación rural es prioritario para que la estabilidad llegue al campo, para que sea productivo, para que los niños y jóvenes puedan acceder a una educación de calidad, y no exista esta brecha del campo y la ciudad; las autoridades deben trabajar duro en el desarrollo del Ecuador rural, pues solo así seremos un país que construye paz, igualdad, derechos, y que cierra brechas entre los ciudadanos para que con el paso del tiempo seamos un solo Ecuador.