Pablo Ochoa: El amor a través de la música

Pablo Ochoa nació en la provincia de Loja. A sus 18 años comenzó con la pasión por la música en el grupo “Tambores y otros Demonios” Ha estudiado en el Conservatorio Nacional de Música y recibió clases de maestros de Ecuador, Cuba y Estados Unidos. Actualmente se desempeña como compositor, arreglista, intérprete y docente trabajando con niños, niñas y jóvenes artistas que miran en la música una opción de formación para la vida.

¿Cuéntenos sobre cómo es su vida en Quito?

Mi vida transcurre muy serena y muy calmada, entre dar clases, brindar mis servicios como artista, ser parte de un grupo del ensamble de la Universidad Politécnica Nacional y pues como padre también cuidar a mi hija. Realmente mi vida está equilibrada entre todos esos aspectos y estoy muy feliz de hacerlo.

¿Cuál es el mejor recuerdo de su infancia?

Tengo algunos recuerdos muy lindos cuando era niño, pero creo que el que más marcado ha quedado en mí es cuando iba a visitar a familiares en las diferentes provincias, tengo familia en Ibarra, Loja y Ambato, ellos conviven mucho con la naturaleza, el compartir con mis primos como niños vinculados a la naturaleza creo que es algo ha marcado mucho mi vida. Es lo que recomiendo ahora a todos los niños que estén vinculados a la naturaleza, a los árboles, a las plantas.

¿Qué es lo más bonito que ha hecho por amor?

Dedicar mi vida a mi música, a los amores de mi vida que son mi hija y mi esposa.

¿Cuál es la mayor locura que ha cometido en su vida?

Una de las mayores locuras fue haber encontrado el camino de las artes, y una vez recuerdo que teníamos que viajar a Nanegalito, pero yo trabajaba y apenas terminaba la jornada tenía que viajar a cumplir con mi compromiso de ser parte de una presentación de zanqueros. Terminé de trabajar y fui a Cotocollao a tomar el bus pero ya no había, así que jale dedo como se dice comúnmente, pedí aventones para llegar y total llegué solo hasta Calacalí y desde ahí me fui caminando por ocho horas. Obviamente llegué tarde porque la presentación era a las 8:00 pm y llegue a las 2:00 am. Ya todos mis amigos habían terminado, estaban celebrando, pero esa fue una locura porque un muchacho solo en la madrugada por la carretera, qué no pudo haber pasado, pero por suerte todo salió bien.

Si pudiera aprender a hacer algo nuevo, ¿qué elegiría?

Me gustaría estudiar arquitectura, me gusta mucho la concepción moderna de la construcción y también la antigua, como se crean estos espacios dónde puede la gente vivir o donde la gente puede disfrutar de un Show artístico, hay teatros concebidos con una visión arquitectónica impresionante.

¿Qué motivación mueve su vida?

Actualmente, el amor, hacia toda la humanidad es lo que mueve mi vida, mi hija, mi madre, todos los que me rodean.

¿Cuándo nace su pasión por la música?

Encontré la música cuando fui a la universidad a estudiar ingeniería en telecomunicaciones y en la Politécnica conocí a un gran maestro y ahora es un gran amigo con quien compartimos escenario, Álvaro Rosero director del grupo “Tambores y otros demonios” de la Politécnica. Al ser parte de su compañía artística descubrí que la música era algo para mí, yo tenía 18 años, no había encontrado la música de niño como en otros casos, ahí descubrí que quiero hacer de la música mi vida.

Con gran dedicación y amor a la música su disco CAMINANDO llega a emisoras internacionales y en una de ellas fue nominado artista de la semana ¿Qué sintió al saber esto?

Primero fue una alegría inmensa, una emoción, por lo que uno está creando. La música del disco Caminando son creaciones mías, y se siente muy bien al saber que puedo difundir en otros espacios no solo en Ecuador sino en el extranjero la música que estoy creando y que otras personas pueden oír.

¿Cuéntenos de su estilo en particular y cómo llegó a él?

En el disco Caminando recojo historias que viví, pero expresadas en estilos como blues, cha cha cha, bossa nova, swing, latin y smooth jazz y esos estilos en particular de la música dentro del jazz. Estos los aprendí cuando era estudiante, es de alguna manera una expresión de lo que viví. Yo era parte de la Big Band Jazz del Conservatorio Superior Nacional, dirigido por un gran maestro, ahí encontraba en esos estilos de música una forma muy sabrosa, por así decirlo, de expresar algo y a partir de ahí mis creaciones tuvieron esos estilos en particular que fueron inspirados en lo que viví, tanto como parte de la Big Band Jazz como las historias vividas plasmé en mis creaciones.

¿Se ha interesado alguna vez por otro estilo personal?

Sí, estoy ahora explorando un poco más el mundo del jazz más contemporáneo, más moderno, porque el disco Caminando tiene el swing que es un estilo de jazz antiguo, parte de los años 50. Pero ahora el jazz moderno tiene una rica gama de expresiones, y estoy explorando poco a poco ese nuevo estilo, y lo estoy plasmando en el segundo disco que estoy haciendo que se llama “Transparente”, es una primicia para todos espero darles noticas más adelante de ello.

¿Cómo se define a sí mismo Pablo Ochoa?

Pablo Ochoa es un ser sencillo, descomplicado, que está aprendiendo muchas cosas actualmente, una de ellas como ya lo mencioné es esta vivencia del amor, es un amor trascendental hacia todos los seres humanos, que nos lleve de alguna manera al camino de la paz. Ese es mi camino ahora, con esta serenidad que vivo pues procuro estar en paz conmigo mismo, estar en paz con todas las personas, y eso poder expresarlo cada día a través de los instrumentos, a través de la música y tener esa vivencia del amor así todos  y todo lo que nos rodea.

De todas las canciones de sus discos ¿Cuál es la más especial para usted y por qué?

Creo que todas las canciones que uno crea son como pequeños hijitos y no tengo preferencia por alguno de ellos, en si todos me gustan, si tuviera que escoger uno, podría ser Simone, que está inspirada en mi hija cuando supimos que la íbamos a tener, pues esa canción siempre me mueve un poquito dentro del corazón.

¿Quién es su inspiración para componer?

Mi inspiración ha sido la mujer a la que amo, mi hija, mi madre, la vida en sí. El segundo disco que estoy terminando está inspirado 100% en mi esposa, entonces creo que la mujer siempre ha sido esa inspiración, como para todos, la mujer siempre inspira al hombre a hacer tantas cosas.

¿Cuéntenos sobre el método Suzuqui a través de la música y que impacto genera en niños y adolescentes?

El método Suzuqui con el que enseño música, es un método desarrollado justamente para potenciar en el ser humano todos los talentos naturales que tenemos. A través de las experiencias con la música los niños, jóvenes e incluso los adultos aprender a tener más confianza consigo mismos, aprenden a desenvolverse y a desarrollar naturalmente sus habilidades, y lo más interesante e importante es que lo hacen en un estado de serenidad de felicidad lo cual es lo que buscamos ahora para el mundo.

Y a largo plazo ¿Qué metas se plantea tanto en el terreno profesional como en el personal?

Bueno en el personal seguir siendo un buen ser humano haciendo cosas que aporten a la humanidad. En lo profesional, bueno los discos seguirán viniendo, ya estoy con las ideas para el tercer disco, ese aún no está ni en pañales, pero ya se están maquinando las ideas. Seguir difundiendo el método Suzuqui con el que doy clases, compartiendo con músicos, más escenarios, y una de mis metas es poder viajar al extranjero a brindar conciertos de mi música.

También nos gustaría que nos recomendara los lugares más interesantes de su cuidad para pasear y disfrutar de su patrimonio histórico-artístico.

En la cuidad de Loja, donde nací, hay muchos lugares, ahora está muy bonito, muy cuidada, yo estoy enamorado de Loja. Pese a que voy cada año nada más, sin duda recomiendo Vilcabanba es un lugar muy lindo, Catamayo, Cariamanga, y los alrededores. Loja es la tierra del café así que de cualquier manera en la cuidad pueden ir a la plaza San Sebastián y tomarse un rico café, comprar y traerlo a sus hogares y así poder tener un pedacito de Loja en sus cocinas.

Escrito por: 
Leonela Luna