La cuencana Adriana Lucía Quizhpi Salamea, de 31 años de edad, con un espíritu muy jovial, cuenta cómo ha visto cristalizar sus sueños, animando a todos los ecuatorianos a luchar por lo que les gusta, y aspirar siempre a más. Desde pequeña, Adriana sentía gran admiración por el trabajo de los artistas de animación, las películas infantiles, que la mayoría de personas miramos como entretenimiento, le despertaban otro tipo de intereses, ir más allá, conocer cómo se produce, qué hay detrás, quería “profundizar en la belleza del movimiento, imitar y comprender emociones y experimentar con técnicas y formas de animación”

“Mis referentes desde pequeñita han sido las películas de Walt Disney, al igual que las películas de Pixar como Toy Story, es como que siempre las vemos, pero no sabemos cómo se hacen, no sé, para mí era fascinante, pero le veía muy, muy difícil”

Siempre ha vivido inmersa en el ámbito artístico, su núcleo familiar desempeña un rol muy importante en su vida, los miembros del hogar son muy unidos, por lo que han sido un gran soporte en todas las actividades que ha emprendido. Estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Cuenca, posteriormente accedió a una beca para estudiar un Master Universitario en Animación en Barcelona – España.

Con la constancia que la caracteriza, Adriana fue en busca de su mayor anhelo, la animación 3D, “ese era un sueño que he tenido en mi vida, una vez me plantee que no puedo morir sin hacer animación, pero sabía que en el país no se hacía. En mi tiempo no se hacía nada de animación, y estudiar esta carrera es muy costoso, casi imposible, a nivel mundial es una profesión demasiado costosa”. Aplicó tres veces hasta obtener una beca, muchas puertas se le cerraban, su campo de estudios no tenía variedad de opciones para una beca “sin beca lo hubiese luchado con el préstamo del Banco del Pacífico, sin embargo, sin esto no salía, creo que no hubiese estudiado en el exterior porque no tenía los recursos”

Con un grupo conformado por ecuatorianos, colombianos y un catalán, realizó “su primer bebé”, uno cortometraje animado dirigido a todo tipo de público denominado, Al Compás, el cual participó en varios concursos, “uno se mete en un concurso y no queda, se mete en otro y no queda”; el Athens Films Festival y el Ángeles Cinefest donde obtuvo una mención oficial, en 3D SUMMA, donde quedó entre los 20 mejores  cortometrajes a nivel europeo, y en  el Three Headed Monkey Awards, certamen que premia a los mejores proyectos indie (independientes) en el campo de los videojuegos y animación, donde obtuvo su mayor logro hasta el momento: el primer lugar como Mejor Animación.

“Recuerdo que en este que ganamos nos mandaron las invitaciones cuando yo ya estaba en Ecuador, pero mis dos compañeros que estaban allá, dijeron ya vamos, aunque sea para comer por los bocaditos. Claro, en ese momento la adrenalina de pasar la selección de los cortos, en este concurso toda la gente era profesional en 3D, todos sabían lo que hacían, todos saben cómo se hace un cortometraje, y que te pongan así como en los Premios Oscar, en pantalla gigante y luego wow, que digan tu nombre como el primer lugar es impresionante, yo lloré una hora acá en Ecuador, mis amigos me enviaron el video, era un premio económico y el trofeo.”

“Yo pienso que las cosas cuando se hacen con cariño, con corazón, salen bien, nuestras profesiones son de mucha pasión, más que el dinero es hacer algo, somos artistas con mucha pasión.”

El mundo de Adriana, desde niña, ha girado únicamente alrededor de la animación 3D, “el 3D permite modelar cualquier objeto, en mi caso personajes, ponerle un esqueleto, pintarle músculos y luego hacer que se mueva, es fascinante; de un cubo puedes sacar personajes fantásticos, hacer simulaciones, uno puede moverse a través de un espacio. Lo chévere del 3D es que nos permite simular cosas que existen y que no existen, en varias áreas, no solo en el campo artístico”.

Para Adriana, actualmente en el país se está iniciando un proceso de producción audiovisual pero aún se cuenta con escaso apoyo, a pesar de ser superior a años anteriores, aún nos falta mejorar la calidad. “A mí me encantaría llegar a formar aquí un equipo de trabajo y yo mismo hacer un proyecto, una propuesta, en realidad todavía no sé a quién presentar, y no sé producirlo acá, pero lo intentaré”.

Adriana es docente universitaria en la ciudad de Cuenca y ha logrado evidenciar el talento que tienen los jóvenes del país, intenta cada día sembrar en los estudiantes una semilla que les permita aspirar a más, les invita a proyectarse no solo a nivel nacional sino también internacional. Con muchas ganas y conocimiento se puede añadir recursos a la producción audiovisual, considera que en el país hace falta añadir industrias como videojuego y animación, ya que es un campo nuevo en el Ecuador, lo importante es aprovechar al máximo las oportunidades que se presentan. “Hay que perder el miedo, el miedo a escribir a gente importante yo hago esto, o te inscribes a un concurso y si no quedas nada, no importa estar todo el tiempo haciendo, al final logras algo bueno.”

Cual filosofía de vida, Adriana Quizhpi persevera e insiste en cada una de las acciones que se propone, además le otorga el valor adecuado a las oportunidades, tuvo que atravesar varios obstáculos para realizar sus estudios en el exterior, sin embargo, aprovechó cada una de las enseñanzas “la educación en  España fue muy buena, tuve unos excelentes profesores, que me apoyaron en varias actividades; las mejores  oportunidades porque incluso hice prácticas profesionales  en una empresa, entonces ya trabaje con producción real “. Espera poder impartir a sus estudiantes grandes conocimientos a través de las experiencias, que tomen conciencia que no es solo estudiar para aprobar, sino para crear, innovar, y porque no, apoyar al desarrollo del país desde diferentes industrias.