Madre María Emilia: “El servicio y ayuda a los demás es mi vocación”

La madre María Emilia, tiene 46 años de vida consagrada, nació en Colombia, pertenece a la congregación de hermanas Cristo y María.

¿Hace cuánto tiempo está en Ecuador y por qué decidió quedarse aquí?

Llegué al Ecuador hace 30 años, realmente me gustó este país por ello decidí quedarme.Me gusta ayudar a la gente y colaborar en lo que este a mi alcance, gracias al padre Efraín que en ese entonces era el párroco de Solanda, decidí quedarme en el sector.

¿Cómo llegó al sector de Solanda, qué tiempo lleva aquí, por qué sigue en el sector?

Un día tuvimos una reunión en la iglesia de la Basílica, ahí conocí al padre Efraín, me propuso ir a colaborar en su parroquia, yo acepté con mucha alegría.

¿Por qué vive en una casa del sector y no en un convento o en la iglesia de Solanda?

En la iglesia del sector no hay habitaciones, solo la del párroco, por ello la parroquia realizó los trámites para arrendar una casa en el sector, ahí vivo con mis hermanas de la congregación en total somos cinco.

¿Cuál es la decisión, proyecto o cosa de la que se siente más orgullosa que ha realizado en el sector o que desea realizar?

Gracias a la colaboración de los vecinos, todos los proyectos planteados han tenido gran acogida. El proyecto que hasta el día de hoy se mantiene es “Yo te escucho”, gracias a la colaboración del psicólogo Martin Mora, se mantiene vigente, todos los martes y jueves en horario de 2pm a 6pm, en nuestra congregación. El doctor realiza charlas y brinda su apoyo gratuito a quien se lo solicita. Vivimos en un mundo globalizados en donde la tecnología cada vez nos absorbe más, damos prioridad y tiempo al celular y computadora, que a nuestros seres queridos, cada vez el ser humano se vuelve esclavo de esta, es importante recalcar que hoy por hoy la gente solo oye, no sabe escuchar, por ello decidí plantear esta alternativa para que quienes deseen ser escuchados, o requieran ayuda.

¿Cómo es el trato de los moradores del sector hacia usted?

Las relaciones son muy buenas, me reconocen y saludan cuando salgo por el sector, todos son muy buenas personas.

-¿Alguna vez ha tenido problemas con algún vecino del sector donde vive?

Jamás, siempre ha existido respeto y consideración con todas nosotras quienes formamos la congregación.

¿Cómo le gustaría que le recuerden los moradores del sector cuando ya no esté aquí? ¿qué le gustaría que dijeran de usted?

Me gustaría que me recuerden con mucho cariño, como una amiga y vecina más, y sobre lo que digan de mí, les dejo a su voluntad, son libres de decir y opinar. Por otro lado, puedo decir que Solanda es mi hogar.

¿A qué tiene miedo?

A nada, la vida nos fue concedida para vivirla intensamente, para disfrutarla cada minuto, cada segundo. Claro que el miedo es parte del ser humano, pero siempre creo que se debe vencer todos esos miedos para alcanzar la felicidad. Nunca ser negativos, buscar solución a todos los problemas, amar para ser amados, Dios nos ama y protege de todos los males, si caminas junto a él jamás se tendrá miedo.

¿Cuáles son los planes a futuro en el sector?

Muchos, pero por hoy seguimos trabajando y fortaleciendo los proyectos actuales, ampliando tiempos y mejorando el servicio a la comunidad. Nuestra meta actual es llegar con la catequesis a más instituciones educativas del sector, estamos a la espera de confirmación de escuelas, para que formen parte de este gran proyecto, en donde no sólo enseñamos la palabra de Dios, sino que ayudamos en la formación de unos buenos seres humanos, en calidad humana, pero sobre todo en valores, ya que en la actualidad se van perdiendo, porque hoy los padres ya no están en casa.

¿Podría compartirme alguna experiencia sumamente conmovedora o espiritual que haya tenido en su vida?

Son muchas las experiencias, pero la más importante en mi vida es, sentir todos los días el amor de Cristo en mí, esa felicidad y paz interior que sólo él me da, hace que mis días sean más satisfactorios.

¿Qué valores son importantes para usted y recomienda a quienes piden su ayuda?

El principal es el amor, ya sea en la familia en el trabajo en la comunidad, es un valor muy importante porque este rige a todos los demás. Si se ama se respeta, si se ama se es fiel, por ello es importante dar prioridad a este valor.

¿Padece de soledad?

Nunca, porque jamás estoy sola, Dios está junto a mí, me acompaña en cada paso que doy, su luz me abre los caminos más oscuros, su amor llena mi vida.

¿Cuáles diría que son dos o tres desafíos considerables que la vida le ha presentado hasta ahora?

Son dos los desafíos que he tenido en mi vida, primero el desafío de aprender, es decir, el investigar en el misterio de la vida para ir más allá, transcender y superar mis límites aquellos que parecían inalcanzables. El segundo de emprender, que es el reto de transformar el mundo en el que habitamos, aportando con un granito de arena, de “producir obras capaces de trascendernos una vez que nos hayamos ido”. La complementariedad de estos dos, me ha permitido transformar el entorno en el que vivo, porque no sólo me ha cambiado a mí, sino que me permite cambiar el mundo del que soy parte.

Escrito por: 
Jenny Portillas