"Monseñor Leonidas Proaño se atrevió a creer en el indígena": Inti Condo

¿Inti, cuéntame de tu tierra natal, cómo describirías un Inti niño en su comunidad, me contarías algún recuerdo feliz y otro no tan feliz de tu infancia?

Haciendo referencia a mi tierra natal, yo nací en la provincia de Chimborazo, en una comunidad indígena denominada Puruhá, soy específicamente de la comunidad de Cacha, que es la tierra capital de los puruhaes.

La Comunidad me trae recuerdos gratos y también recuerdos de mucho dolor, de gran pobreza y de gran desigualdad.  Una parte de mi niñez pasé en la comunidad y allí asumí mi leguaje natal. A los cinco años se tomó la decisión de migrar a la ciudad para garantizar la calidad de la educación, mediante la escuela privada. Mi familia no tiene suficientes recursos, por tanto estudié con diferentes becas.

Toda mi vida he pasado con gente muy adinerada. Siendo un niño entendí que era un privilegio poder estar en ese círculo social. Vi las dos caras de la moneda porque también me desenvolvía junto con el indigenado y puede conocer las diferencias marcadas que existen entre ser indígena y ser una persona pudiente. Crecí con niños que me odiaban, que eran muy racistas conmigo, sabían que yo era muy pobre y tuve que enfrentar inmediatamente esa realidad.   Esta situación me llevó a ser mucho más consciente de mi responsabilidad como ser humano y ser un agente intermediario entre la elite y la parte olvidada, desde esa niñez pude saber qué me deparaba el futuro y cuál era mi misión.

Otro recuerdo importante es el de mi abuelo Manuel Pilco, su proceso de liderazgo y sus enseñanzas se han plasmado en mis trabajos de investigación, él fue quien me inspiró a que cuando termine mis inventos los obsequie a las personas que más lo necesitan.

Quisiera saber qué es lo que más admiras de tus orígenes, ¿qué significa ser Puruhá?,  ¿cómo influenció la cosmovisión indígena en tu desarrollo personal?

De las cosas más importantes es el desarrollo de mi lengua materna, el quichua, la ropa tradicional, el compartir con la comunidad…Los Puruhaes nos consideramos una nación, al contar con una legua, costumbres y vestimenta propias. Nuestra cultura es un mundo completamente diferente al resto de la sociedad ecuatoriana.  

Una de las personas que más influenció en mi desarrollo fue Monseñor Leonidas Proaño, quien se atrevió a creer en el indígena y utilizó la teología de la liberación para ayudar al indigenado ecuatoriano que en ese momento sufría gran explotación por parte de los hacendados. Las enseñanzas de Monseñor Proaño tuvieron consecuencias muy marcadas en mi vida ya que a partir de ellas he sentido la necesidad de hacer prevalecer el valor de mis ideas, mi propia identidad, mi propia lengua, mi vestimenta, el hecho está en que no solamente se trata de un aporte a un desarrollo individual, sino que implica el desarrollo de un cúmulo de personas que están detrás de mí.

¿Podrías contarme cuáles son tus convicciones?

Una de las principales convicciones que fundamentan mi vida es el del desarrollo intelectual para aplicarlo en beneficio de la sociedad, además yo no soy un hombre de un solo libro ya que me acerco al conocimiento en diferentes áreas. La persecución de ese conocimiento está muy ligado a la funcionabilidad del mismo y su posterior aplicación y en quienes serán los futuros beneficiarios. Considero que el conocimiento no tiene que quedarse en mí sino que éste debe ser esparcido y transferido a las naciones más pobres de mi país.

¿Cómo despertó tu interés por la tecnología? ¿Qué te motivó a desarrollarte en esta área? ¿Alguna experiencia en particular?

Veo la necesidad de realizar más innovación de carácter tecnológico persiguiendo un objetivo social, específicamente enfocado en personas que tienen algún tipo de discapacidad, creando investigaciones que puedan suplir esta área que no es cubierta por otro profesional ecuatoriano y así sentar precedentes y ser una guía para las personas que quieran desarrollar tecnologías similares.  

He desarrollado tecnología para personas que son completamente ciegas y sordomudas, creé prótesis y aplicaciones, tecnologías adaptables para sillas de ruedas, entre otras. En este momento me encuentro al 65% de una investigación para el desarrollo de un brazo de precisión que se adaptará a las necesidades de personas que tienen seccionamiento medular.

¿Cómo es el Inti cotidiano, compañero, amigo? ¿Qué momento ha marcado tu vida?

Soy una persona muy polémica, controvertida y me gusta hablar con la verdad, no me gusta la hipocresía, detesto la mentira y el engaño como tal, no me gusta ser manipulado, me gusta ayudar a otros si así lo requieren, me gusta estar solo ya que es un proceso que debo enfrentar al estar involucrado en una rama académica científica. No soy muy bueno en algunas áreas, por ejemplo cálculo, no soy ingeniero mecánico y hay cosas que no entiendo, por eso estudio mucho.  

Mi batalla personal viene dada por el conocimiento, en compartir lo poco que conozco, no soy perfecto, ni un santo y mucho menos una pieza de ingeniera, soy una persona muy directa con lo que digo, no hay medias tintas, se está conmigo o en mi contra, soy muy radical en ese sentido, eso me traerá a las personas correctas, leales. Soy una persona muy enrolada en las cosas que le gustan aunque también pierdo el tiempo, juego, chateo, duermo…

Algo que me caracteriza es que siempre hago lo que me hace feliz. Soy una persona que se ríe mucho, porque trato de alegrarme y vivir mi vida, creo que a medida que pase el tiempo me daré cuenta de cuánto de ese tiempo ha sido aprovechado. Como amigo me gusta ver a las personas, reírme con ellas y ser parte de sus vidas, soy un compañero normal, aunque a veces también me enojan ciertas cosas.

La intensidad es parte de mi desenvolvimiento diario, soy una persona que tiene emociones y si debo vivirlas en un determinado momento lo hago. Tampoco soy irracional sé lo que puedo y no hacer. En Ecuador hay un grupo de persona que me conocen gracias a los medios que han presentado mi trabajo pero yo no conozco a muchas personas, no tengo muchos amigos, conozco a la gente ideal y no creo que sea muy conocido. Me gusta conocer personas, especialmente mujeres, me interesa comprender su punto de vista y entender su mundo, debido a que en mi familia la mayoría son mujeres siento que tengo más afinidad con ellas.  

Un momento que marco mi vida fue que por tres ocasiones casi me expulsan de la universidad. Soy una persona que defiende muchísimo sus ideales y si hay algo que considero que no está bien lo manifiesto. La situación se dio porque pretendía presentar un proyecto específico y los profesores me dijeron que no iba a poder hacerlo porque no soy ingeniero, no tengo especialización en eso, sin embargo, lo defendí apasionadamente y a ellos no les gustó mi manera de expresarme. Finalmente no fui expulsado debido a que llevé ese proyecto a los medios de comunicación y esto generó un impacto en el medio local y también internacional. Defendí el proyecto porque creía absolutamente en mis ideas y demostré mis propias habilidades y capacidades. Esto marcó un inicio importante al demostrarles que no me rendiría.

¿Cuáles son tus retos actuales, a qué se enfrenta ahora Inti, cuál es su nueva meta?

Uno de mis principales retos es continuar estudiando para alcanzar un siguiente grado académico, voy a regresar a la comunidad indígena para compartir los conocimientos que tengo, quiero aprender otros idiomas, tecnificar los procesos de investigación que estoy llevando a cabo para afinarlos y ofrecer trabajos de investigación de calidad no solo a la comunidad ecuatoriana sino al mundo entero.

La dificultad a la que me enfrento en este momento es que me encuentro en Noruega estudiando una maestría y los códigos de interacción, el idioma, etc. son completamente diferentes, sin embargo, no es un ambiente hostil, todos son muy amables conmigo.

Deseo continuar haciendo investigación de carácter científico y proseguir con mi cultivación personal, intelectual y académica y sobre todo ser un mediador entre dos mundos in conectables. Yo quiero ser un puente que ayude a otras personas a llegar a esa meta que es también probablemente igual o mejor que la mía, mientras más mentes se unan con un solo objetivo los resultados serán tremendamente mejores. 

Escrito por: 
Lucía Torres Ortiz