Con las manos de Quito, los niños descubren la Escuela Quiteña

“Este libro es para todos los Quiteños y ecuatorianos que se identifican con nuestro patrimonio, para a todos esos niños que pueden ser cautivados por la emoción de imaginar a los personajes salidos de mis páginas, para quienes la tecnología aún no los atrapa…” Margarita Guerra, autora del libro Con las manos de Quito, Artistas de la Escuela Quiteña. Debuta como escritora de literatura infantil. 

La obra y vida de grandes artistas de la Escuela Quiteña, ha sido plasmada en un libro para niños, fruto del ingenio y hábil relato de Margarita Gándara, quien junto a Editorial el Conejo  realizó el lanzamiento de esta obra infantil con el ánimo de acercar a grandes y chicos a la lectura y a descubrir un movimiento artístico que forma parte de nuestra herencia cultural.  

¿Cuándo y porqué nació Con las manos de Quito?

De la necesidad personal de que haya un referente de nuestra identidad de nuestro pueblo Quiteño y del legado que nos dejaron. Nació a partir de un sueño: soñé que era una cometa y volaba por el azul cielo, mis colores brillaban con el resplandor del sol, hasta que de pronto aparece junto a mí un suave y a la vez fuerte vendaval que comienza a soplar hasta que logra romper la piola que me ata, junto a él, empiezo a volar y de a poco me encuentro en otra época, la misma que inspiró estos relatos. 

¿Cómo se hace un cuento para niños?

Con mucho cariño, corazón, perseverancia, tomando en cuenta sus intereses, por eso lo hice en verso libre y formato pequeño colorido, sin número de páginas para que el encuentro con los personajes sea libre. Al final de cada historia hay una actividad para que los niños puedan colorear.

¿Cuánto tiempo te tomó hacerlo?

Como todo proceso creativo, tomó su tiempo, no te podría decir con exactitud pero creo que desde que nació en mi cabeza y en mi corazón todo comenzó hace 6 años.

¿Cómo escogiste los personajes, por qué estos y no otros?

Porque son los más representativos de la Escuela Quiteña, una época que marcó como el renacimiento en Europa, un momento invaluable del despertar artístico en nuestro país ganando así, gran prestigio entre las otras colonias americanas y hasta en la corte española de Madrid. Incluso se dice que el rey Carlos III alguna vez expresó: «no me preocupa que Italia tenga a Miguel Ángel, en mis colonias de América yo tengo al maestro Caspicara».

¿Qué personajes de la Escuela Quiteña están en tu libro?

Fray Pedro Bedón el famoso “Padre Pintor”, Miguel de Santiago, de quien se dice ató a su alumno a una cruz y le clavó una lanza y así fue como plasmo el Cristo de la agonía que hoy reposa en el Museo del Padre Almeida, otro emblemático personaje de la capital. Nicolás Javier de Goribar y Martínez,  sobrino de Miguel de Santiago, un grande de la  pintura, dibujo y grabado. José Olmos (Pampite), talentoso escultor. Bernardo de Legarda, Padre de los retablos quiteños, prodigioso escultor, a él Quito le debe su virgen o el color de oro de la iglesia de la compañía, la cúpula del Sagrario, el retablo de la Merced, la mampara de Santo Domingo entre otras magnificas obras. Manuel Chili (Caspicara), tallador de sensuales vírgenes, sus crucificados fueron venerados. Bernardo Rodríguez, pintor medio hermano de Manuel Samaniego, varias de sus obras reposan en la Catedral Quiteña. Manuel Samaniego y Jaramillo, maestro de la pintura creador de la Asunción de la Virgen y la Adoración de los Magos entre otras bellísimas obras, también conservadas en la Catedral Capitalina. Antonio Salas Avilés, ¡tuvo 20 hijos! A través del pincel, óleo y paleta plasma temas religiosos que hasta hoy engalanan el Quito Colonial.

¿Por qué la escuela Quiteña?

Porque la escuela Quiteña es una de las más genuinas representaciones de lo que somos los quiteños, es un reflejo de lo hábiles que somos, es algo así como la Sal Quiteña y el ingenio que nos caracteriza y nos une.

¿Qué crees es lo más importante que los niños deben conocer sobre la escuela Quiteña?

Que el país donde viven  les ha dejado una herencia artística de la cual pueden sentirse muy orgulloso y de la cual pueden seguir sus pasos para mantenerla viva.

¿Cuál es tu obra favorita?

 No hay una sola, quizás los claro oscuros, aunque en realidad todo este movimiento artístico me fascina.

¿Tienes un lugar predilecto para escribir?

Mi casa, y los buses ahí encuentro a la gente que me inspira, estamos llenos de artistas.

¿Qué te gustaba leer de niña?

Dicen que un niño nace con el pan bajo el brazo yo creo que nací con el libro bajo el brazo, yo leía lo que se me cruzaba y atesoro hasta hoy los libros que papá y mamá me traían a casa.

¿Qué disfrutas más; escribir para adultos o para niños?

Los dos.

¿Cuál es la mejor táctica para incentivar la lectura según tu criterio?

Compartir con ellos, hacer de un libro un regalo preciado.

¿Cómo reaccionan los niños a tu libro?

Se emocionan, se interesan, se ríen  y eso hace que todo este esfuerzo valga la pena.

¿Qué esperas de este libro?

Que los niños que lo lean puedan soñar y atreverse a experimentar con un pincel, una escultura, estoy convencida de que dentro de cada niño hay un artista en potencia.

¿A quién está dirigido el libro?

A todos los Quiteños y ecuatorianos que se identifican con nuestro patrimonio, a todos esos niños que pueden ser cautivados por la emoción de imaginar a los personajes salidos de mis páginas, para quienes la tecnología aun no los atrapa…

Para esos padres que encuentran en la literatura una alternativa para compartir con sus hijos. La época que  ahora vivimos presenta nuevas realidades y retos para el niño, en un contexto en donde los adultos tenemos menos tiempo para ellos y eso le incluye al libro también. Por mencionar un ejemplo según un estudio del INEC del 2014, hombres y mujeres dedican a penas 10 horas semanales a actividades personales y familiares.

¿Ya que mencionas esto, que otro reto podrías mencionar?

Como decía hay varios, uno que me parece oportuno y más complejo es el de contar con políticas públicas claras que apunten al incentivar la lectura, si bien desde hace pocos meses el país cuenta con un plan nacional del libro y la lectura, como país aún está pendiente ofrecer a los ciudadanos un sistema de bibliotecas eficiente, incentivar más actividades lectoras, dinamizar la cadena de valor de la industria editorial. Producir aquí un libro todavía es un trabajo cuesta arriba, también  te invito a que te des una vueltita por las librerías y veas precios… 

¿Hablando de apoyo, Quién acompañó la realización de este libro?

El Dr. Fernando Sempértegui, Rector de la Universidad Central, Editorial el Conejo claro y sobre todo mi familia que siempre está dispuesta a brindarme apoyo incondicional.

¿Cuándo podremos disfrutar de tu libro?

Ya está a la venta, su costo es de $5 dólares y los pueden encontrar en la librería Española, Rayuela, Selecta, Rincón Cultural, Librería cultural  y Fondo de Cultura Económica. 

Escrito por: 
María José Proaño