Ipiales "El Shoping de los ecuatorianos"

Hace dos meses estuve en Ipiales Colombia, ya había escuchado  de la ganga que resulta para un ecuatoriano con el cambio de moneda, hace compras allá, pues un poco escéptica y con el pretexto de turistear un por el vecino país, me encontré caminando en una mañana de sábado por las calles de Ipiales, en medio del tumulto de gente que camina por ellas; la primera impresión: tiendas abarrotadas de ecuatorianos, es que le ecuatoriano allá se convierte en todo un capitalista pudiente, con la misma cantidad de dinero , compra el doble de lo que compraría aquí, la devaluación de la moneda colombiana representa para un ecuatoriano una verdadera oportunidad adquisitiva, de las tiendas salen cajas enormes que contienen televisores de última tecnología, refrigeradoras, lavadoras, cocinas etc. Un verdadero paraíso del turismo de copras para los ecuatorianos, quienes disfrutan la experiencia como unas verdaderas vacaciones y para esta demanda hay una enorme oferta que satisface todos los requerimientos del turista ecuatoriano comprador en esta ciudad fronteriza, desde una gran variedad de restaurantes y hoteles hasta  puestos de comida ambulante de todo tipo, de todo precio con el fin de sacarle algo a esta buena racha comercial.

 Esta experiencia de compras es también se convierte en  una experiencia cultural muy interesante para el ecuatoriano, quien entre su itinerario de compras no puede dejar de degustar las sabrosuras colombianas que se ofrecen en las calles, son parada obligatoria entonces, los puesto de arepas; una especie de tortilla de harina de maíz blanco que por sí sola no tiene un sabor muy agradable por lo que para completar la experiencia degustativa, las rellenan de carne, pollo, queso , huevo y diferentes preparados; pero la experiencia gastronómica no estaría completa sin probar el famosísimo chorizo paisa, un embutido de carne molida y grasa de cerdo, aromatizado con especias locales, otra de las sabrosas experiencias que  no se puede perder si viaja a Ipiales, es la degustación del delicioso manjar cortado que se distribuye en carretillas por las calles ipialenses.

Son muchas las ofertas en precios, marcas color, cantidad y variedad que se puede encontrar en esta ciudad de comercio, y dentro de etas no podía faltar la oferta ecuatoriana; gorras ponchos, pijamas térmicas, son parte del colorido paisaje callejero en Ipiales, caminar por su calles, podría fácilmente confundirse con un mercado de Otavalo, los vendedores de anaco, poncho y trenza se pueden encontrar en cada esquina de las calles y plazas principales.

Llévelo, llévelo, cómprelo, cómprelo, pase por aquí, con mucho gusto, que vuelva pronto; son las expresiones que han sustituido al: venga reinita, que desea “bonitica”, pregunte nomás sin compromiso, etc; propios de la experiencia de compras callejera del ecuatoriano promedio.

Esta experiencia ha convertido al comprador ecuatoriano en un experto conversor monetario; en las tiendas y calles de Ipiales es común escuchar; “Haber 10.000 pesos son…  dólares y en Ecuador esto cuesta…”. Colas enormes en supermercados y grandes tiendas que han explotado este fenómeno social  para reactivar la economía local por una parte y por otra  establecer monopolios comerciales; empacando todo lo que se le pueda vender a un ecuatoriano bajo una misma marca; así es posible encontrar ; desde pasta de dientes hasta palillos chinos, todo al granel, por docenas, en pacas; para hacer su agosto durante todo el año, gracias a la devaluación de su moneda y la inflación económica ecuatoriana que han logrado consolidar un perfecto y por ahora indisoluble “matrimonio”.

 

Escrito por: 
Liliana Pineda