El viernes 1ero de julio a través de las redes sociales se hizo público la agresión que tres miembros de las Fuerzas Armadas cometieron contra un taxista en la provincia de Santa Elena.

La agresión se suscitó luego de que el conductor del taxi decidiera no transportar a los uniformados por presuntamente encontrarse bajo la influencia del alcohol. Hoy, el ministro de defensa Ricardo Patiño declaró a través de su cuenta de twitter que los agresores serán procesados por el Consejo de Disciplina.

Si bien se trata de sentar un precedente para que actos de este tipo no se repitan en el  país, muchos nos cuestionamos y pensamos en los múltiples casos de abuso de poder por parte de las autoridades que han ocurrido en otros países como Estados Unidos.

¿Qué lleva a militares o policías a agredir a la población a la que supuestamente deberían resguardar? ¿Acaso el uso de un uniforme hace pensar a algunas personas que se encuentran por encima de la ley?

Estás son solo algunas de las preguntas en las que he venido pensando durante estos días. Hoy contamos con recursos infinitos para hacer visibles las injusticias o el abuso de poder, pero ¿qué sucedía antes cuando estos recursos no estaban al alcance de todos? Quizás dentro de nuestro círculo cercano se encuentra alguien que haya sido víctima de una agresión y que por miedo nunca dijo nada.

Es indispensable darles a las autoridades que deben velar por los ciudadanos no solo los equipos y la indumentaria adecuada para que cumplan su labor, si no también hay que educarlos en valores, enseñarles que llevar un uniforme viene de la mano de una gran responsabilidad la cual es contribuir con la seguridad de todos los ecuatorianos.