Muchos son los casos de familiares que protestan por falta de celeridad e igualdad cada jueves en la Plaza de la Independencia frente al Palacio de Gobierno, justamente piden justicia en cada uno de los casos, según ellos las dependencias públicas encargadas no avanzan en dichas investigaciones y quieren ser escuchados, con una venda en su boca dicen que no serán callados y seguirán protestando. Mientras que el mandatario Rafael Correa ha informado a la ciudadanía que se está haciendo todo lo posible por resolver estas peripecias, encontrando cinco personas sobrevivientes y lamentablemente veinte y seis fallecidos. Uno de los tantos casos, es el de Rosario Amparito Granados, el cual me ha llamado la atención porque no se ha informado en ningún medio un reportaje del mismo. Granados con tanta desesperación comenta y pide equidad.

Remontándonos hace más de 50 años atrás, su abuela Celia María Cabezas Bueno Landázuri, fue la primera archimultimillonaria asesinada y desaparecida de 38 años de edad, mediante la inyección letal para robarle el mayor patrimonio familiar del Ecuador y fueron los Estados Unidos de Norte América autores del mayor crimen de Estado contra la humanidad y del “Robo del siglo” con el consecuente exterminio y “desaparición” de los archimultimillonarios Granados Cabezas Landázuri en el Ecuador, asesinaron a toda su familia y es la única sobreviviente, según Rosario Granados.

Ahora como sobreviviente, es la última descendiente directa de su abuela Celia María Cabezas Bueno Landázuri y su bisabuelo un Marqués de Barbacoas y minero Rafael Narciso Cabezas que trajo su fortuna en oro de Barbacoas Colombia.

Entonces Granados, es la única heredera de la Hacienda “El Batán Alto”, incluso el metropolitano y 60 hectáreas anexadas; donde la Iglesia en ese entonces se adueñó de éste patrimonio familiar, actualmente se encuentra el Colegio de Nuestra Señora del Rosario y Borja 2 en el centro histórico de Quito, además la policía y militares están como cuidadores de sus haciendas, sin dejarlos ingresar.

Continuamente es perseguida y ha sido secuestrada cuatro veces, por la Policía Nacional, siendo torturada, mantenida amarrada, sometida a electros y sueros, cree que quieren acabar con ella como lo hicieron con toda su familia por su fortuna.

Atentan contra su vida cada jueves agrediéndola y robando sus pancartas. Creí necesario contactarla pero su respuesta fue que no se puede comunicar porque la NASA y CNT controlan sus llamadas.

Rosario Granados pide justicia como la última y única heredera de “El Batán Alto” además de hacer respetar sus derechos, menciona que el Estado debe desaparecer, por el daño recibido.

Así mismo el mandatario Rafael Correa ha dicho que hay casos de hace 30, 40 y más de 50 años que se debe desarchivar y seguir con los juicios, de los cuales no es responsable.

Esta es una de las tantas peripecias que se escuchan los días jueves en la Plaza Grande, donde se espera justicia, pero precisamente esa impunidad viene desde hace mucho tiempo atrás, es absurdo culpar a nuevos gobernantes.

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