Desde que se suscitó el atentando de París, un 13 de noviembre de 2015, en el que murieron 137 personas y otras 415 resultaron heridas; la Comunidad Europea se encuentra en lucha contra el terrorismo. Las fuerzas de coalición, bombardearon posiciones, del grupo insurgente Estado Islámico. Sin embargo, miles de personas inocentes perdieron la vida, incluidos niños y ancianos.

Los países de primer mundo cada vez cierran las puertas, a los necesitados de refugio, que huyen de la violencia de la guerra civil en Siria, es la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.  

Europa debe ser más solidaria. Entre los refugiados se encuentran niños, que dentro de pocos años se convertirán en hombres y mujeres resentidos, que les impidieron tener una nueva oportunidad, llenos de odio buscarán venganza.

La guerra no es una solución, contra el terrorismo, ¿acaso no fue la estrategia de Bush para acabar con Al Qaeda?  Pero salió algo mucho peor, el Estado Islámico, en parte esto se debe, que aplicando la violencia se genera más odio y sed de venganza.

Los seres humanos debemos aprender a “imaginar al otro” para poder sentir lo que están pasando las personas que huyen de la violencia. Darnos cuenta de la magnitud del problema y buscar una solución global.

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