Al ser una celebración ancestral de nuestros pueblos, este año no podía ser la excepción, Cañar y específicamente Ingapirca vivieron la fiesta del sol y la cosecha estos 17, 18 y 19 de Junio, visitantes propios y extranjeros llegaron a participar de esta festividad. Con danzas, música andina, colorido y religiosidad se vivió el Inti Raymi, que no es sino el agradecimiento por las cosechas y la fertilidad de la paccha mama verdaderos tesoros de la extinta cultura cañari, y el tributo al rey sol, por supuesto no podían faltar las bebidas calientes para palear el frío que es característico de esa zona. Visitar Ingapirca y hacer el recorrido por donde fueran los baños y el rostro del inca, la tortuga y senderos labrados son testigos innegables de los asentamientos incaicos y de la habilidad y destreza de este pueblo maravilloso, al filo de la peña recordamos nuestras raíces, el amplio paisaje andino, en su verdor se pierde un sol resplandeciente que pareciera asentir y bendecir la celebración, sin embargo con un dejo de nostalgia no puedo evitar sentir que hubiese sido si los españoles no hubiesen llegado por estas ricas tierras, seguiríamos indudablemente siendo el bravo pueblo cañari.