El alcoholismo, más que un problema social

En el país más de 200 mil ecuatorianos consumen alcohol. El 88,7% son hombres y el 10,3% son mujeres. El 79,2 % de las personas que consumen alcohol, prefieren tomar solo cerveza. El 61,6% de los licores es adquirido en la tienda del barrio.

Según cifras oficiales del INEC (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos), el 2,5 % de la población consume alcohol entre los 12 y los 18 años de edad.

El alcoholismo es una enfermedad, una adicción y un problema que pasa hasta en las mejores familias, trayendo consigo inconvenientes de distinta índole

Todo empieza simplemente por curiosidad, por quedar bien con los amigos, por problemas familiares o amorosos, es lo que dice David, un chico de 24 años el cual se sumergió en este triste y bohemio mundo a sus 18 años. Desde entonces no paró su derroche, lo hacía de manera diaria, en fiestas, en su casa, con la comida, por deporte.

El consumo lo empezó por la influencia de sus amistades, aunque su padre no lo dejaba salir mucho con sus amigos cuando era menor de edad, él no tomaba pero nadie quiere quedar mal y todos lo hacen por lo menos una vez en su vida.

La muerte de su madre le marco de por vida, su progenitora falleció cuando él tenía 9 años, ella estaba muy enferma y su padre se volvió a casar. Esto le lleno de ira porque pensaba que su padre no respetaba la memoria de su madre al casarse con otra persona.

Siempre fue el consentido de todos, su familia no se dio cuenta de que tenía un dolor tan grande en el pecho que nadie lo podía llenar ni con todos los juguetes ni el dinero del mundo. Solo el alcohol le hacía olvidar por un momento todo el dolor que llevaba dentro desde la muerte de su madre hasta las decepciones amorosas que poco a poco le introdujeron a este vicio.

Empezó por comprarse un “six pack” de cervezas, antes lo hacía dos o tres veces por semana y luego lo hacía diariamente, esto se hizo una costumbre se tomaba todas las cervezas antes de dormir sino no podía conciliar el sueño.

Su padre tiene una licorería, en un local dentro de la misma casa, en la cual vende cualquier tipo de bebidas alcohólicas, desde cerveza hasta whisky,  él no se había dado cuenta de que uno de sus hijos se había introducido en ese vicio sino hasta seis meses atrás cuando todo se salió de control, no aparecía tres o cuatro días en la casa y cuando llegaba estaba en tan mal estado que no podía ni pararse, llegaba bien borracho sin acordarse de nada y empezó a perder la cabeza, metiéndose en problemas, faltando al respeto a su padre y familiares, tornándose violento.

Al terminar el colegio no quiso seguir estudiando y empezó a trabajar, tenía su propio dinero, trabajaba en un negocio familiar, la imprenta de una de sus hermanas. Nadia su hermana mayor dice que era muy responsable y que no faltaba al trabajo, pero fue cambiando, pasaba de fiesta en fiesta e incluso le iban a buscar al trabajo los malos amigos como dice ella, ya no iba a trabajar o iba bajo los efectos del alcohol, sin embargo trataron de frenarle pero ya no pudieron. Es así como sus hermanas junto con su padre tomaron una decisión, la de internarle en un centro de rehabilitación para que le ayuden.

En el mes de marzo David fue internado sin su consentimiento como en muchos de los casos en un centro de rehabilitación para alcohólicos y hasta el momento permanece ahí encerrado, al principio estaba aislado y no podía recibir visitas, trato de escaparse varias veces pero ahora ya se dio por vencido y con las terapias que recibe, está decidido en superase y dejar atrás ese mundo que solo le trae problemas. Cada domingo espera con ansias la visita de su familia que sin falta va un momento a ver como esta. Ya entendió que el alcohol no es la salida para nada. Al salir del centro dice que va a ingresar a estudiar a la universidad. Hoy más que nunca necesita el apoyo y ayuda de su familia para no recaer y para mantenerse sobrio.

Sin duda son muchas las excusas y los medios por las que una persona puede caer en este penoso mundo en el que todos somos vulnerables.

El tratamiento del alcoholismo va desde la aceptación del problema, la desintoxicación del organismo, hasta las terapias en centros de ayuda para alcohólicos anónimos.

Sin duda a las personas afectadas les espera un largo camino por recorrer contra esta dura enfermedad que no tiene cura, los periodos de recaída son fuertes y frecuentes pero se debe tener fuerza de voluntad y el apoyo de la familia.

 

 

Escrito por: 
Andrea Castillo