30-S y Periodismo ciudadano, un caso digo de análisis

El 30 de Septiembre del 2010 amanece con la primera sublevación en la historia de la policía ecuatoriana, cuando el regimiento Nº 1 de la ciudad de Quito se amotina para reclamar la aprobación de la asamblea de la ley Orgánica de servicio público. Ley que, entre otras reformas, elimina los ingresos adicionales de militares y policías por ascensos de grado. Las acciones del regimiento Nº 1 provocan protestas en otros regimientos policiales y militares del país, la toma de la pista del Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre de Quito por parte de la Fuerza Aérea y la negativa, de gran parte de la policía, a vigilar las calles y proteger a la población de los delincuentes comunes, ocasionándose un incremento exponencial en los asaltos a bancos, locales comerciales y atracos.

El presidente de la República Rafael Correa decide visitar el regimiento Nº 1 unas pocas horas luego de declararse la sublevación y se desencadenan una serie de hechos que ponen en riesgo su vida. Los medios de comunicación privados deben detener su transmisión noticiosa pocas horas más tarde a favor de una “cadena nacional” informativa que el gobierno ordena a través de la televisión y la radio públicas. Y desde ese momento twitter adquiere un protagonismo sin parangón en la producción de noticias que no termina ni siquiera cuando a la noche, los medios privados son autorizados a continuar con la transmisión en vivo de sus periodistas.

Los ciudadanos usan twitter para obtener una versión de los hechos más allá de la narración oficial y empiezan a utilizar sus teléfonos celulares y sus computadores para acceder a una información no proveniente de los medios de comunicación profesionales.

Las redes sociales emergen como espacios de compartición y de producción de representaciones de la realidad y los “hechos” empiezan a ser construidos por ciudadanos de a pie.

Cinco años después de estos acontecimientos, los usuarios que estuvieron activos en las redes sociales, aún recuerdan aquel día.

Una herramienta clara de libertad de expresión aquel día, fue el internet. Los portales de noticias como La República, El Comercio, Diario Expreso, Diario El UniversoDiario Hoy, entre otros, recopilaron información de todos los hechos que no se pudieron ver en la televisión. Además, imágenes del caos se hicieron públicas a través de las redes sociales. Steffano Dueñas, periodista de Expreso, recuerda que varias personas monitoreaban en la redacción todos los testimonios que llegaban a la página web del diario. “Cuando todo comenzó, los periodistas nos dividimos en dos bandos: los que salieron a las calles y los que nos quedamos a verificar la información de Twitter. Fue complicado, porque la red se congestionó varias veces en el día, pero lo que la gente tuiteaba era terrible. Robos, asaltos, bombas y disparos. La ciudadanía estaba aterrorizada”, comentó.

Es evidente que el tema se volvió tan importante en la historia nacional, que por segunda ocasión los tuiteros de Ecuador posicionaron un tema en los ‘trending topics’ a nivel mundial: 30S. Incluso el tweet de la Presidencia de la República: ‘Gobierno declara estado de Excepción #Ecuador #30S,” ocupó el puesto 5 entre los diez tweets más poderosos del 2010. El periodismo ciudadano tomó la posta. Los testigos que, sin ser periodistas, informaron, dieron el ejemplo del poder de las redes sociales en la comunicación.

Las prácticas de periodismo ciudadano del 30-s en Ecuador que tuvieron lugar en twitter nos muestran que la realidad es representada por los individuos a través de tecnologías que regulan cómo “representar” a través de mensajes de 140 caracteres.

Hasta ahora, los estudios de estas nuevas prácticas de periodismo han hecho énfasis en la capacidad de los sujetos de participar en la construcción de los hechos, gracias a las posibilidades que las tecnologías les ofrecen para hacer circular los contenidos que producen.

Lo que no se ha visto es cómo esas tecnologías terminan diseñando espacios públicos de circulación de información que norman las prácticas de generación de información, produciendo acciones situadas de co-construcción entre sujetos y tecnologías.

En este sentido no sólo nos interesa señalar de qué modo los ciudadanos actuaron a través de una red social como twitter para informar y mantenerse informados sobre los hechos cuando los medios de información tradicionales actuaron de forma excepcional a través de la cadena informativa de la televisión pública ecuatoriana.

La función asincrónica del microblogging desancla el tiempo y el espacio creando una tensión fundamental entre lo virtual y lo real en la producción de representaciones de la realidad. El 30-S ecuatoriano es un caso privilegiado para observar cómo funciona el periodismo ciudadano y para abrir una puerta que nos permita entender otros puntos que estamos desarrollando en nuestro estudio, como la relación entre medios de comunicación y twitter; el nuevo espacio público virtual de las rede sociales; la internacionalización de la opinión pública en red, y las construcciones de hiperrealidad desde los ciudadanos.

Escrito por: 
Sebastián Alarcón