Los “Vacíos” que intervienen los espacios del cuerpo

QUITO.- Este viernes se presentará, en la plataforma cultural No Lugar, una obra dancística dirigida y representada por una joven artista quiteña Andrea López.

El pasado viernes en el No Lugar se presentó la obra “Vacíos”, una muestra de danza en donde las experiencias reales y el drama diario de la cabeza y del cuerpo aparecen como plato fuerte.

 Bailar es un arte que cobra vida día a día en el quehacer sobre las tablas. Acudir a un ensayo de este arte es como transportarse a un lugar en el que los cuerpos confluyen en una armonía etérea y vasta. “El vacío se traduce muchas veces en soledad, esa soledad que hace que, muchas veces, la angustia de estar sin nada por dentro o por fuera se apodere de nosotros” comenta Andrea López, bailarina quiteña formada en el país y en Argentina. López ha regresado a su tierra para presentarnos su visión de la danza: “bailar y dejar el alma en el escenario, pero de verdad, no simplemente verse hermoso, sino también verse real, con todo lo que eso implica”, comenta López, “además –dice- el arte en nuestro país ha sido confinado (especialmente la danza) a ser menester meramente de entretenimiento; a tendido a la idealización de sus interventores y de sus temáticas; pero la danza, y todo tip de arte en general también existen para romper  construir ideas, para curar almas, para dar voz y para denunciar loq eu queramos”.

La obra “Vacíos es una muestra audiovisual, musical y dancística en la que confluyen elementos que despiertan sensiblidades muy escondidas del íntimo cotidiano de cada uno. Los pasos de la bailarina son firmes, son como las garras de un animal dispuesto a la caza: suaves pero precisos. Para Alfonso Espinosa Andrade, periodista y poeta ecuatoriano, esta obra “condensa años de trabajo y de altos sentimientos encontrados en el destierro voluntario”, y agrega que “en Ecuador faltan espacios para este tipo de obra que, por lo general, a instituciones más tradicionales no les interesa exponer porque rompen con la estética clásica. Es importantísimo esto que está pasando casi a puerta cerrada, así es como crecen los espacios en el arte”.

Andrea González, asistente, opina que “la obra fue fuerte, muy bien pensada para remover el alma”. Por su parte para la maestra de ballet Victoria Velasco, lo rico de la muestra de Andrea es que “como es una bailarina primero de clásico y luego de contemporáneo la estética y la ejecución son impecables”.

Conjuntamente con la parte de danza existe un intenso trabajo fotográfico por parte del artista audiovisual Francisco Flores, quien comenta que “la labor de encontrar la dualidad, los sentimientos, las intenciones, las culpas y las disculpas de uno mismo a través de una foto, que a su vez, estará acompañando una pieza dancística, es complejo” y añade que a pesar de eso “el trabajo fue muy prolífico y de mucha enseñanza para todos”.

La muestra se presentará el 12, 13 y 14 de este mes en el No lugar (Oriente y García Moreno) a las 18h00. 

Escrito por: 
María José Cantuña