MANABÍ.- Agua Blanca conserva los vestigios arqueológicos de la cultura Manteña

¿Quién dijo que la cultura y la diversión no se pueden mezclar? El que lo dijo, seguro no conoce Agua Blanca.

Agua Blanca es parte del Parque Nacional Machalilla, localizado en el centro occidente de la Costa ecuatoriana. Un sitio donde los principales atractivos son los restos arqueológicos que, según los estudios realizados, pertenecen a la Cultura Manteña (800-1500 después de Cristo).

Narciso Moreira, guía de la Casa Cultural del lugar, expresó que este centro fue adoptado desde 1979 cuando el arqueólogo escocés Colin Mc Ewan llegó para realizar investigaciones en las costas del Ecuador. Las piezas allí expuestas constituyen una muestra de tan sólo el 30% del material excavado por Mc Ewan.

Moreira explicó que aproximadamente 100 familias y alrededor de 400 habitantes, sobreviven gracias al turismo y la crianza de animales como el chivo, cerdo y pollos.

En el lugar trabajan 20 guías turísticos que ganan 25 centavos por cada turista que paga 5 dólares al ingreso de la comuna. “Es decir, que entre más visitantes tengamos al mes, más grande será la ganancia para todos”, indicó Moreira.

En el museo se exponen cerámicas encontradas en las expediciones como ollas, botijas, pitos, candeleros de barro, vasijas, figuras humanas macizas pintadas.

Seis culturas arqueológicas han sido identificadas en el sitio, siendo éstas: Valdivia, Machalilla, Chorrera, Bahía, Guangala y Manteño. A pesar de tratarse de un espacio más bien reducido, el museo logra sin embargo presentar una síntesis arqueológica del sitio mediante mapas, maqueta, series cronológicas, etc.

El manejo de los sitios arqueológicos por parte de los mismos comuneros constituye sin duda alguna una de las alternativas más viables de cara al rescate y protección de nuestro patrimonio arqueológico

Otros atractivos turísticos

Quienes visitan Agua Blanca, aparte de adquirir conocimientos sobre nuestra arqueología, se quedan “maravillados” con los servicios turísticos que ésta comunidad les ofrece.

Alex Torres, también guía turístico del lugar, explicó que los pobladores de la comuna se dedican al ecoturismo, agricultura, recolección de frutos silvestres y a la elaboración de artesanías.

Torres mencionó que por cinco dólares, que es el costo de la entrada, los turistas pueden acceder al baño en la laguna sulfurosa y aplicarse el fango que -según dice- es rejuvenecedor.

Paul Gonzalez y Rafael Mera, jóvenes quiteños, comentaron que sentían la piel muy limpia luego de quedarse enlodados por media hora.

La laguna tiene forma de cono, la cual tiene hasta 4 metros de profundidad en la parte central de la misma.

Además de poder bañarse, los visitantes tienen la oportunidad de embarrarse el cuerpo y el rostro con la arcilla lodosa que se forma en el lecho de la laguna, la misma que debido a los minerales que posee tiene propiedades medicinales y curativas, por lo cual es beneficiosa para la salud de las personas.

También está San Sebastián,  que es su atractivo básico adornado por un paisaje natural ordenado, donde existen remanentes de bosques primarios.

Un hecho peculiar es que las mujeres de la comuna no pierden la costumbre de lavar la ropa a mano, apoyadas en las piedras macizas apostadas en las orillas del río Buena Vista.

Carmen, de 55 años, manifestó que toda la vida ha lavado sentada y acotó que está enseñada a dicha labor, que realiza hasta tres veces por semana. Resaltó que no padece de ninguna dolencia en la espalda. Ella y las demás comuneras concuerdan que  no necesitan las sofisticadas lavadoras para emprender la tarea.

La comuna ofrece servicios de comida criolla, caminatas por los parques, bicipaseos, camping y masajes con aceite de palosanto.